¿Por qué Juan Martín? ¿Quién decidió el nombre? ¿Fue fácil o complicado llegar a un acuerdo?
El nombre nos gustaba mucho a los dos. Teníamos otras alternativas pero Juan Martín era el único en el que había acuerdo. Demoramos en definirlo pero ya cerca del nacimiento, al ver que no aparecía otro que nos convenciera más, lo confirmamos. Nos parece lindo, sencillo y le damos la chance a él, cuando sea grande, de usar uno de los dos o ambos. Lo que prefiera.
Juan Martin nació en diciembre pasado, ¿Es el mejor regalo de Navidad que has recibido?
Seguro que fue el mejor. Papá Noel se portó mejor que nunca. Nos trajo mucha felicidad a nosotros y a la familia.
¡Pasaron un verano con un bebito recién nacido!, ¿cómo fueron esas vacaciones? ¿Las primeras sin playa?
Pasamos un verano divino y bien diferente a los anteriores. No veía la hora de llegar a casa después del trabajo. En febrero nos alquilamos una casa afuera y disfrutamos mucho. Recuerdo que solo dos veces lo dejamos con las abuelas y nos escapamos un par de horas a la playa.
La paternidad te llegó a los 40 años. ¿Cómo te sentís?
Me siento bárbaro. Tenía muchas ganas de ser papá y se dio naturalmente. Juan Martín es un bebé divertido y simpático. Me hace muy feliz. Nos cambió la vida. Te despierta esa necesidad de cuidar todo el tiempo a alguien que antes no tenías, porque hasta el momento las personas que amé se saben cuidar solas.
Me contaron que Juan Martín es un “santo”, que duerme toda la noche, que se despierta de buen humor. ¿Cuál es el secreto?
Me parece que eso es simplemente suerte. O tal vez hay algún mérito de los padres, que solemos levantarnos de buen humor (se ríe). Por ahora tenemos un bebé que duerme bastante bien y de mañana es pura energía positiva. ¡Un crack!
¿Su llegada en qué cambió tus rutinas?
En muchas cosas. Todo lo que hacía de mañana en soledad ahora lo hago con él pegado. Se despierta a eso de las 7:30 cuando yo arranco y me acompaña mientras me lavo los dientes, me baño y desayuno. Le pongo juguetes en su sillita y la pasa de novela durante ese rato. Además aprovecho para hablarle bastante y el gordo se ríe y se expresa como puede. Después, al mediodía y de noche, cuando salgo de mis distintos trabajos, voy a casa y siempre hay algo para hacer con él. Darle de comer, cambiarlo, bañarlo, hacerlo dormir o jugar. Te cambia radicalmente la rutina. Por suerte con la madre hacemos trabajo en equipo y disfrutamos cada actividad. Los fines de semana, que tengo libre, también me levanto temprano con él y hacemos de todo. Ahí la madre aprovecha para dormir un poco más. Por no decirte bastante más.
Se parece a… ¿en qué lo encontrás parecido a vos?
Es una mezcla de los dos. Tiene la simpatía de la madre y su nariz.
Hoy el varón participa del embarazo, en las consultas con el ginecólogo, ecografías, el parto y la crianza. ¿Cómo fue en tu caso?
La acompañé en todo momento. No me perdí ni consultas ni ecografías. Fui un padre cero falta. Y por supuesto que en el nacimiento también estuve presente. Fue una madrugada intensa e inolvidable. La madre se portó como una campeona y yo creo que fui un digno asistente.
¿Hay algo que solo hacés vos con Juan Martín?
Agarrarlo y zarandearlo un poco por el aire. O sentarlo sobre mis hombros y hacer subidas y bajadas varias. Él se ríe a carcajadas y solo lo hace conmigo porque la madre no se anima a someterlo a esos movimientos un tanto vertiginosos para su edad.
¿Qué es lo que más disfrutan juntos?
Sacarlo a pasear en el cochecito, la hora de almorzar, las caminatas por la casa cuando pide upa y algunos intentos de charla cuando lo siento en mi falda.
Es tu primer Día del Padre….¿alguna expectativa en especial?
No. Simplemente que se acuerden y me den un beso. Con eso estoy satisfecho. Después acepto alguna barra de chocolate sin problemas.
¿Cuántos hijos más les gustaría tener?
Por ahora estamos muy bien con Juan Martín y no pensamos en otro bebé. Veremos más adelante.
Entrevista Lic. Alejandra Frutos
