Enviar por email
Para
Mensaje
Mayo/2017

Clasificación. Cómo somos como padres?

El libro "Qué animales somos como padres" de la autora argentina Flavia Tomaello aborda el tema de la crianza como un proceso e invita a reflexionar sobre la maternidad y la paternidad dentro de un clima ameno, lúdico y divertido, donde los hijos están lejos de ser atemorizados, superinformados y acartonados. Gracias a su clasificación, hoy descubrirás qué animal eres como padre o madre.

Se puede pasarla bien siendo padres y la combinación “responsables y divertidos” es buena, sana y nuestros hijos la necesitan, dice Tomaello en su libro. La autora afirma que no existe una “fábrica de padres” que nadie sale “listo” para serlo y propone usar el instinto asociado con la supervivencia de la especie. Según sus palabras, “el hombre ha aprendido desde el comienzo de la historia a cuidar de la prole, alimentarla y protegerla y enseñarle a crecer como instinto de conservación de la raza”. Ella entiende que los humanos han dejado adormecer esa capacidad y que sería bueno volver a escuchar a esa madre y padre interior que llevamos dentro y apelar a nuestro sentido común.
Otro eje fundamental que menciona - válido para todas las sociedades y en todas las épocas- es el tema de los límites. A los padres parece darles cierto temor y hasta sienten culpa por imponerlos. ¿Cómo? ¿Cuáles? ¿Cómo aplicarlos? Se logrará estableciendo pautas concretas ideadas por ambos padres que reflejen y respeten los valores que entienden esenciales, con paciencia y perseverancia. Preparar a los niños, futuros adolescentes y adultos para enfrentar límites los hará sólidos en su autoestima, confiables en sí mismos y en los demás.

Actuales vs. épocas pasadas
Antes era prácticamente incuestionable el hecho de ser padre o madre, era como el objetivo único de la vida. Nuestros abuelos y generaciones anteriores vivían dentro de este paradigma y priorizaron el orden, al vínculo con sus hijos. Estos adultos no sabían como comunicarse ni como acercarse a ellos. Hoy ese modelo entró en crisis y se encuentra en revisión. En ocasiones, otros intereses se juegan en las personas y en las parejas que tienen que ver con realizaciones personales, laborales, profesionales. Por esa razón la maternidad y la paternidad pueden verse demoradas.

Tipos de madres y padres. Características
Padres tigre vs. conejo: Los padres tigre son severos y estrictos. La autora nos remite a que el mundo para ellos es una “gran planicie a conquistar”, y todo se consigue dependiendo del éxito de la caza y la amplitud del territorio que controlan. La vida en el hogar tendrá un número importante de normas que garantizan el orden diario. Por ejemplo, serán clave los horarios, la prolijidad, las obligaciones. Estos padres son muy protectores y siempre dispuestos a defender a sus hijos, pero estarán presentes con cierta distancia, los miran de lejos.
Si bien aman a sus hijos, no son demostrativos de ese afecto, de ese amor. El ambiente hogareño se torna relativamente frío. Querrán siempre que sus hijos obtengan lo mejor de cada experiencia vivida y por ello, incitarán a que lo hagan. Por esta misma razón este tipo de crianza aspira a que estos hijos sean siempre destacados en todos los aspectos que emprenden. Si se juntan dos papás tigre puede haber cierta competencia por el mando y también por la adjudicación de los logros de los hijos. Podemos concluir que la gran falencia de este tipo de padre se vincula con las emociones. No se relacionan desde el lado de lo afectivo emotivo y seguramente esta línea se seguirá en el futuro con sus propios hijos. El diálogo se tornará pobre y temeroso.
En contraposición con este modelo están los padres conejo. El mundo acá será la madriguera y lo bien y acogedora que pueda hacerse. Estos papás son descreídos de los límites e intentan que sus hijos se sientan bien y cómodos en casa, aunque se produzcan errores, éstos se compensarán con cariño y hasta se ocultarán con el fin de que reine la armonía. Les gusta que sus hijos exploren el universo y los incitan a la libertad, y a que aprendan a imponer sus propios límites.
Las emociones ocupan el primer lugar, las penitencias no se consideran productivas, y el mejor modelo que eligen es reflexionar junto con sus hijos. Con estos papás se podrá contar siempre, y estarán dispuestos a escuchar y ayudar a sus hijos. Las conversaciones con ellos suelen ser profundas y ricas en intercambios, no hablarán ellos sino que se realizará una retroalimentación. La confianza que se genera entonces es mutua. Pueden llegar hasta tener miedo de tocar la autoestima de los hijos con eventuales penitencias. Estos hijos pueden ser más caprichosos y dejar o abandonar rápidamente algo que estén realizando.
Como aspecto negativo podemos señalar que la incapacidad de perseverar en sus acciones les puede llevar a integrarse a un mundo bastante reducido. El niño, hijo de padres conejos, se manejará con herramientas escasas para la competencia.

Padres pájaro: Para ellos, la libertad es una meta y un método. Son papás nómades, suelen cambiar de casa con frecuencia porque justamente su prioridad no es el hogar como espacio físico. La libertad es un atributo esencial en el crecimiento. Los límites son entendidos como que se coarta la libertad del niño y su crecimiento, por lo tanto interponen pocas barreras, e incitan a sus hijos a que prueben, investiguen, se equivoquen e insistan. En los hogares de los papás pájaro, hay una democracia extrema donde todos son escuchados y pueden opinar.

Padres ardilla: Se centran en el temor y el miedo para educar a sus hijos crías. No se sienten capaces, piensan que no están preparados para guiar a sus hijos en la vida. Temen tanto poner límites, así como a dar libertad, a premiar y a castigar, a las amistades de sus hijos, nunca se sienten seguros. Se forman entonces niños tímidos, retraídos, débiles y con baja autoestima. Es muy posible que la pareja que conforman dos ardillas haya tenido inseguridades desde el comienzo de su formación como padres. Sabemos que el temor no es un buen compañero sobre todo si aún paraliza, pero en un aspecto positivo se constituye en una buena defensa contra imprevistos, permite evaluar y tomar posteriores decisiones.

Padres oso: La frase “abrazo de oso” caracteriza de excelente manera a estos padres. Grandes y exuberantes en todo, con enorme personalidad, sabios, animan a sus hijos a enfrentarse al mundo. Los hijos aprenden a descubrir por si solos, serán autosuficientes, ya que crecieron dentro de esta seguridad impartida, y saben además que sus padres están siempre para salvarlos. Los papás oso confían excesivamente en su fortaleza, son tan seguros de sí mismos que a veces sienten que pueden con todo, son tolerantes, afectuosos, por momentos empalagosos, sus brazos pueden llegar a asfixiar. Su lado positivo es que las puertas están siempre abiertas a verbalizar sensaciones, y por lo tanto nada quedará sugerido, sino que se dirá de frente.

Padres vaca: Los hijos se crían solos. El plan de estos papás es una gran procreación y por lo tanto consolidarán una gran familia. Se vive el día a día, la organización cotidiana no existe y se atiende la improvisación. En estas familias numerosas, los niños mayores tienen la tarea de supervisar y cuidar a los menores. Puede suceder que los padres vaca se escuden en la numerosa prole para ocultar sus escasos ánimos de organización. De alguna manera u otra, encuentran una excusa que los libere de la culpa. Un aspecto positivo a tener en cuenta es que estos hijos, y sobre todo los mayores, van adquiriendo y consolidando atributos de madurez tempranamente.

Padres mono: Estos padres generan un doble vínculo con sus hijos, por un lado son divertidos, inquietos, cancheros, creativos en el momento justo, firmes y comprensivos. Pero por otro lado se cierran en ellos mismos, pierden estímulos y se aíslan, dice la autora “nunca el aplauso recibido es suficiente para alimentar su vanidad”. “Son narcisistas y egoístas, y sus hijos son sus trofeos, los exhiben para lucirse”. El lado más oscuro de los papás mono se muestra puertas adentro de su casa, en la intimidad, su humor ya no es el mismo, y se pueden mostrar con cierta hosquedad. Ella los describe como “intermitentes”, se encienden y se apagan.

¡En este mes especial a todas las mamás lectoras muy feliz día!


Lic. Sandra Jegerlehner
pssandra@adinet.com.uy

Fecha
02/05/2017
Algunos temas en esta edición
¿Cómo conocen el mundo los bebés?

¿Cómo conocen el mundo los bebés?

Desde que está en la panza de su mamá el bebé comienza a chuparse el dedo y nace con lo que se llama reflejo de succión. Después chupa el pezón cuando su madre le da de mamar, luego la tetina de la me...

Cocinar para mamá. Rico y sano en su día

Cocinar para mamá. Rico y sano en su día

¡Feliz día mamá y felices todos los días! Hay que agradecer a la naturaleza la posibilidad de ser madre, parir un nuevo ser que viene a llenarnos de esperanza, amor y alegría. Es una gran responsabili...

Dientes sanos. El cuidado de la boca

Dientes sanos. El cuidado de la boca

La boca de los pequeños se debe cuidar desde que son recién nacidos. Para evitar la aparición de gérmenes que alteren la flora normal y molesten al bebé, hay que vigilar la higiene, aunque sólo se ali...

Boletín por email

Sucursales
Revista Mamá y Bebé
Cargando...