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Marzo/2019

Psicomotricidad en el jardín

Es fundamental que en los jardines exista un espacio para los niños donde pueden rodar, saltar, girar, caminar, equilibrarse, caerse, construir, destruir, gritar, reír. Todas estas actividades generan un placer enorme y están dirigidas al desarrollo de su esquema corporal y la construcción de su identidad. La sala de psicomotricidad permite el desarrollo intelectual y afectivo y por ello debe ser imprescindible en la educación preescolar.

¿Qué es la psicomotricidad?
Los niños manejan la psicomotricidad de manera cotidiana: corriendo, saltando, girando, equilibrándose o jugando con la pelota. Para poder utilizarla, las psicomotricistas aplican el juego. A través de él, se usan estrategias que permiten adquirir nociones del espacio y el tiempo, el desarrollo de la coordinación, el equilibrio y la orientación.
El objetivo es favorecer el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento. El niño podrá primero aprender a desarrollar el control de su propio cuerpo: se volteará, sentará, gateará, caminará, correrá, etc. Luego con la ayuda de padres, profesores y materiales oportunos, empezará a trabajar la motricidad fina, podrá tomar objetos pequeños, realizar ejercicios de punzado, enhebrado, pintado para luego iniciar la escritura y otras destrezas motrices, habilidades artísticas e intelectuales.

Todo esto es considerado la base de la educación integral. Gracias a su desarrollo, el niño comprenderá el área académica, los prerrequisitos para los conocimientos matemáticos, la lectura y escritura. Para el aprendizaje de la escritura es necesaria la independencia segmentaria, o sea el dominio de las diferentes partes del cuerpo como los hombros, brazos, codos, muñecas y dedos; pues todos ellos intervienen en el acto de escribir.

¿Porqué es importante?
Durante los primeros años de vida, la psicomotricidad juega un papel muy importante: influye en el desarrollo intelectual, afectivo y social del niño, favorece la relación con su entorno y toma en cuenta las diferencias individuales, necesidades e intereses. Gracias a ella el niño podrá alcanzar un proceso de maduración.

Al inicio, va a vivir el placer a través de su expresividad motriz, para luego pasar al placer de pensar, crear y transformar con diversos materiales, logrando así distanciar la emoción y la acción del movimiento para centrarse en la acción del pensamiento. Los cambios que se producen en el cuerpo desde el placer, la emoción y el tono, permiten el desarrollo de procesos psicológicos y la apertura a otro nivel de pensamiento.

El lugar
La sala de psicomotricidad conforma un lugar especial, un espacio para el movimiento y el placer. Durante toda la sesión de educación psicomotriz, el niño vive dentro de la sala el encanto del juego en todas sus expresiones. Tiene la posibilidad de balancearse, correr, gritar, saltar, tirarse al suelo, deslizarse sobre los planos inclinados, lanzarse sobre el material (almohadones) o construir algún objeto para después destruirlo. Puede además disfrazarse, maquillarse, atacar, jugar y descansar, esperar, observar y descubrir.


Beneficios de la psicomotricidad:
* Es un lugar de privilegio donde el niño puede descargar su impulsividad sin culpa, fundamental para su equilibrio afectivo.
* Percibe y discrimina las cualidades de los objetos y sus distintas utilizaciones.
* Crea capacidades necesarias para los aprendizajes escolares básicos.
* Permite el dominio y conciencia del cuerpo.
* Reafirma su autoconcepto y autoestima al sentirse más seguro emocionalmente como consecuencia de conocer sus propios límites y capacidades.
* Puede vivenciar y conocer su cuerpo, ir elaborando su totalidad corporal como una síntesis entre la imagen y el esquema corporal.
* Le permite afirmar su lateralidad, control postural, equilibrio, coordinación, ubicación en el tiempo y espacio.
* Sirve como forma integración a nivel social con sus compañeros.


Recomendaciones:
* Desarrollar los elementos o áreas de la psicomotricidad, mediante actividades que permitan el movimiento, el equilibrio corporal, los movimientos cada vez más finos y coordinados del cuerpo.
* Permitir que el niño conozca su propio cuerpo, las partes de éste, que sea consciente de que puede controlar sus movimientos.
* Brindarle actividades que desarrollen su orientación espacial, por ejemplo dirigirlo hacia una meta y colocar obstáculos en el camino.
* Realizar ejercicios de equilibrio: balanceos, desplazarse sobre un camino estrecho.
* Proporcionar juegos y materiales adecuados para su desarrollo.
* Fomentar la interacción con otros niños y con su entorno.
*Toda actividad o juego se debe dar en una ambiente de afecto, alegría y confianza, esto desarrollará su seguridad y autoestima.


Maria Eugenia Vilardo
LIC. EN PSICOMOTRICIDAD

Fecha
02/03/2019
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