Embarazo no deseado
Supuestamente, hoy se aprobaría en el Parlamento una legislación que permitirá a las uruguayas poder abortar dentro del marco de una ley, con sus condiciones: tener menos de 12 semanas de gestación, haber sido previamente evaluada por un equipo multidisciplinario de psicólogo, ginecólogo y asistente social y también se le ofrece a la mujer un plazo de 5 días para arrepentirse.
Podrán intuir algo cuál es mi opinión sobre el aborto, ya que esta revista siempre ha estado a favor de todos los embarazos. Y esta discusión de la ley me recordó un video casero sobre el aborto que no recuerdo bien dónde lo vi, si en el liceo (privado y católico) o en la casa de una amiga. Tendría 13 o 14 años, muy duro, nunca más me lo voy a olvidar. Creo que nos lo pasaron con ese fin.
Leyendo la primer nota sobre la edad de la mujer para embarazarse, de la psicóloga Sandra Jegerlehner coincido con ella: “no hay edad ni tiempo ideal para planificarlo”. Siempre digo que si hubiera tenido que planificar mi primer embarazo nunca me hubiera llegado el momento, como le pasa a muchas parejas. Solo se que fui afortunada (y desafortunada) en ser madre a los 24. No estaba en mis planes tan pronto, quizás, pero si en algún momento. Ya me había casado. Y como aclara Sandra, la sociedad impone su secuencia de acontecimientos: noviazgo, casamiento, hijos.
Claro que el hecho de ser joven junto con la poca experiencia de vida lleva a la madre a tomarse las cosas con menos calma y sin tanto disfrute. Reconozco que me pasó un poco eso, sumando la incertidumbre tanto económica como emocional que puede generar en la pareja ser padres tan pronto y sin haberlo planeado. Pienso que todo es relativo, ya que la mujer en estos caso madura con el solo hecho de ver a su hijo nacer, a diferencia del hombre que tiene otros tiempos. Y no madura con el solo hecho de haberse convertido en padre, como si todo fuera una simple consecuencia.
En el otro extremo están los casos como el de mi prima. Ella planificó su tercer embarazo a los 42 años, con una diferencia de 15 años con respecto a su segundo. Es como dice ella; “¡Soy la mamá más veterana, por lejos, del jardín de infantes, y es complicado!
De todo eso, trata esta nota de Sandra, con la que inauguramos este número de octubre, y que espero puedan disfrutar hasta el final. Nos rencontramos en noviembre.
Cariños,
Rosina Campomar
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