Enero. ¡Feliz comienzo de 2014 para todos! Un año más juntos y en el que cumplimos 13 años con este lindo proyecto. ¡Quién lo iba a decir!
Enero: mes de vacaciones para muchos: playa en familia, sin rutinas ni relojes, infaltable una buena lectura (si los chicos nos dejan, claro), mate, ricas comidas en familia, que también sean sanas, y si podemos mejor no descuidar el ejercicio. ¿Qué más pedir? Vacaciones es tiempo de parar para después seguir.
Enero: mes que lo sufrí mucho de chica, esperando quién se quedaba en Montevideo para poder soplar las velitas acompañada. Recuerdo esperar la llegada de mis primas y un par de vecinas en la reja del portón de mi casa y con la compañía, esa si infaltable, de las chicharras cantando siempre con 40 grados de calor.
Aquellos eran veranos donde la gente se iba a la casa de la playa o al campo familiar después de las fiestas y volvían recién terminado carnaval, ya que las mamás eran casi todas amas de casa. Mi pisada cambió a los 8 años gracias a que mis padres, con gran esfuerzo, nos hicieron socios de un fabuloso club que había en el barrio. Ahí me hice un grupo de amigos inolvidable. A partir de entonces mis veranos cambiaron para siempre. ¡Cómo nos marcan los veranos en la infancia! Lo digo con propiedad. Por eso, dentro de nuestras posibilidades, démosle buenos veranos a nuestros hijos, quedan en esos recuerdos de por vida. Y para eso no es necesario tanto dinero, ni lujos. Las playas en nuestro país están al alcance de todos, por ejemplo.
Estoy tan orgullosa -al igual que mi primo y su esposa-, del bebote que salió en esta tapa y lleva mi apellido. Quiero que sepan que en mi familia paterna somos mayoría mujeres y si fuera por los hijos varones la natalidad de este país sería aún más baja.
A mandar las fotos para el concurso, hay tiempo hasta el 10 de enero. Las primeras 100 fotos que lleguen se publicarán en el número de febrero. Y él o la seleccionada será la tapa de marzo. Suerte para todos.
Hasta febrero,
Rosina Campomar
