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Junio/2013

Edición Junio Nº119


Personalmente, me costó mucho entender lo que nos cuenta María Laura, una de las tantas lectoras que compartió su testimonio sobre la culpa que genera tener que volver a trabajar luego del nacimiento de nuestros pequeños. María Laura nos relata: “todas las etapas son difíciles y hermosas, pero nosotras necesitamos volver a nuestras vidas. Arreglarnos el pelo, pintarnos, vestirnos y ver gente. Ser madre es lo mejor que me pasó en la vida, pero no debemos olvidar lo que éramos antes de eso…”.
Como les decía, a mí me llevó años comprenderlo y, por consiguiente, aplicarlo. Para aquellas recientes mamás que están en esa etapa, con un bebé chiquito, sigan un poco el consejo de María Laura. A su vez, tampoco se pierdan los demás testimonios. Porque cada uno nos aporta algo, todos son acertados y cada una de nosotras tiene una historia para compartir.

Creo que ya se los conté varias veces. Fue gracias a mi falta de conocimiento con mi primer embarazo, más el poco material de lectura para embarazadas y recientes mamás con que contaba la prensa uruguaya, que surgió la idea en el 2001 de hacer una revista con colaboradores, especialistas y publicidad de nuestro medio. En ese entonces, cuando veía artículos relacionados con la adolescencia y mis hijos eran chiquitos, pensaba “cuánto me falta para eso”. Y pasaba a la siguiente página, como les debe de pasar, me imagino, a muchas de ustedes o a casi todas. Pero les cuento… esa etapa ya me llegó.
Soy afortunada y desafortunada en ser mamá de hijos varones, y ahora en plena adolescencia. Los nuevos temas: el acné, las cremas de afeitar, las salidas de noche y dormir más de día, llaves que se pierden, amigas y novias que los llaman, enseñarles a hacer nudos de corbatas, tener que escuchar música a todo volumen e interesarme (a la fuerza) por las proteínas y la masa muscular. Todos los días escucho las mismas preguntas: qué hay de comer, ¿las remeras están limpias?, ¿me das plata? Cómo ha pasado el tiempo, mis “niños” se han ido.
Ya alguien las habrá aconsejado, espero no ser reiterativa, pero aprovechen cada etapa de sus hijos, cada una tiene su encanto, y tratemos en todas ellas de encontrar un momento del día para decirles lo mucho que los queremos.
Manu y Facu: los quiero, chicos, y estoy súper orgullosa de que sean mis hijos.
Hasta julio.
Cariños
Rosina Campomar

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