Generalmente no soy de hacer editoriales de este tipo, pero me parece que vale la pena esta vez compartir con ustedes lo que escribió el humorista americano George Carlin antes de morir su esposa. A mi me emocionó, espero les guste.
“La paradoja de nuestros tiempos en la historia es que hemos construidos edificios más altos y temperamentos más cortos. Avenidas más anchas y puntos de vista más angostos. Gastamos más y tenemos menos. Compramos más y disfrutamos menos. Casas más grandes, pero hogares más pequeños. Más comodidades pero menos tiempo. Reímos poco, manejamos rápido, nos enojamos, nos desvelamos. Vemos demasiada TV, leemos demasiado poco y rara vez rezamos. Nuestras pertenencias se han multiplicado pero hemos reducidos nuestros valores. Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado seguido. Hemos aprendido a ganarnos la vida pero no a vivirla. Hemos añadido años a la vida pero no vida a los años. Hemos conquistado el espacio exterior, pero no nuestro espacio interior. Hemos hecho cosas grandes, pero no cosas mejores. Escribimos más y aprendemos menos. Planeamos más y logramos menos. Hemos aprendido a curarnos pero no a esperar. Son los tiempos de los dobles ingresos pero cuando más divorcios hay. Casas más elegantes, pero más hogares rotos. Tiempos de comidas rápidas, de digestiones lentas. De los hombres grandes pero de las personalidades pequeñas. De las grandes ganancias pero de las relaciones vacías. Tiempos de viajes rápidos, de pañales desechables, de la moral descartable y de las pastillas que hacen todo, desde alegrarnos, calmarnos hasta matarnos. Tiempos donde la tecnología nos puede…
Recuerden darle tiempo al amor, a las palabras, a compartir todos aquellos pensamientos que tienen en la mente y a pasar más tiempo con sus seres queridos aprovechando que están con nosotros. Un beso y un abrazo curan cualquier cosa si viene desde adentro. Por último, la vida no es medida por la cantidad de respiros que tomamos, sino por todos aquellos momentos que nos dejan sin aliento.”
¡Bienvenida la primavera!
Hasta octubre.
Rosina Campomar
