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Febrero/2016

Edición Febrero Nº151

¿Hay un mes ideal para parir?
Cada mujer tendrá sus gustos y razones para querer que su bebito nazca tal o cual fecha.

Con mi primer hijo, rompí bolsa un 25 de diciembre a las 9 de la mañana. ¡Qué día que fue a elegir! Con el segundo fue otra historia, nació en marzo. Por eso creo qué lindo es tener fecha probable de parto para fines de febrero o marzo. Ya pasaron las fiestas, las vacaciones en familia, los peores días de calor, pudimos refrescarnos con algún baño de mar, lucir la pancita en la playa y no nos complicamos tanto con la ropa. Además, para sacar al bebé no nos tendremos que preocupar por cargar con abrigos, ni por el frio. Y si tenemos otros hijos más grandes, ya pronto arrancan con las rutinas del año, el jardín o el cole, y nosotras tendremos más tiempo a solas con el recién nacido. Lo digo por la experiencia con mi hijo nacido los primeros días de marzo. Lindos recuerdos.
Algunas mujeres son tan organizadas que logran planificar todo, incluso hasta el mes para quedar embarazadas. Son afortunadas. Pero hay otras, por no decir la mayoría, no es novedad, que no lo logran tan fácilmente. Les toca vivir un recorrido largo, de consultas, vueltas y tratamientos, para lograr embarazarse. Y cuando un embarazo es tan planificado también, a veces, queremos planificar qué día nacerá, por cesárea, claro.

En estos últimos días de enero, nuevamente estuvo en discusión cómo Uruguay ha llegado a alcanzar un porcentaje de nacimientos por cesárea tan alto, lo que no es una novedad. Hace años que ya se viene informado lo mismo, y ya no es la primera vez que se considera a las cesáreas como una epidemia en Uruguay. En algunas instituciones privadas las cesáreas sobrepasan el 60% de los nacimientos, demasiado. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que no sean más del 15% al 20% de los nacimientos.

Cada mujer y familia tendrá su motivo para querer un nacimiento por cesárea. Porque la fecha coincide con la de otro hermano, es Navidad, fin de año, el médico se va de vacaciones y no se sienten seguras con el ginecólogo de guardia o el suplente, o porque el futuro papá se va de viaje de negocios. ¿No es mucho más sabio hacerse la idea de que va a nacer ese día que la naturaleza decida? La ansiedad no es buena compañía en ningún momento de la vida y mucho menos con un bebé en la panza.

Vamos a ver si entre todos las que trabajamos para la embarazadas de este país, y sumo a Mamá & Bebé, ayudamos a tomar conciencia sobre el tema y esas cifras bajan, para dejar actuar más a la naturaleza que hoy parece haber perdido marketing. El cambio puede estar en las protagonistas de este asunto, ustedes futuras mamás. A no ser, claro, que esté en riesgo su salud o la de su hijo.

Hasta marzo,
Rosina Campomar

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