En Mamá & Bebé hace ya más de un mes que estamos viviendo la típica y normal sensación emocional que implica dejar un año, empezar otro, y las reuniones familiares y con amigos que con fin de año y las fiestas se nos vienen. Es que preparar cada revista nos lleva su tiempo, cada edición se hace con un mes de anticipación. Entonces desde los primeros días de noviembre ya venimos pensando en este (¡Uf¡) último numero del año. ¡Qué cansancio y qué satisfacción a la vez, queda solo el último tirón y llegará la hora del merecido descanso para muchos.
Se vuelve, entonces, inevitable hacer por estas fechas un pequeño balance de Mamá & Bebé. En resumen, les confieso que estoy súper conforme.
A mitad de año renovamos totalmente la web. Toda una inversión: de tiempo, cabeza y dinero pero que valió la pena y ya nos está dando grandes satisfacciones.
Los tres encuentros para embarazadas que realizamos junto al Yacht Club Uruguayo fueron, como los de 2010, un éxito rotundo de convocatoria para las futuras mamás y papás y los anunciantes. Me atrevo a afirmar que no hubo mamá que no se haya ido feliz, lo que es y seguirá siendo nuestro mayor objetivo.
El pasado mes llegamos al tan deseado y esperado Nº 100 de Mamá & Bebé y lo festejamos con una edición especial porque también cumplimos los 10 años en el mercado uruguayo de los medios de comunicación masivos.
Los anunciantes de siempre nos siguen acompañando, los nuevos están cada día más comprometidos y los colaboradores ya son como de la familia. ¿Qué más puedo pedir? Es un placer para mí trabajar de esta manera: en algo que me gusta, que lo hago con satisfacción y mucho amor, con gente que me acompaña y que todavía sigue cosechando sus éxitos y me da, no menos importante, una remuneración a fin de mes.
La vida me sonríe y no tengo más que agradecer a todos los que día a día me acompañan. A Ximena, la diseñadora, y Alejandra, editora, que sin ellas la revista no podría salir como sale.
Como bien nos recomienda en la última página la escritora y terapeuta argentina Laura Gutman: en estas fiestas hagamos pequeños movimientos que nos satisfagan más, ellos les dan más sentido a estas fechas, tratemos de agregar algunos recursos emocionales, mucha calma, buena música y disponibilidad afectiva, como acertadamente dice, esos son regalos insuperables para nuestros hijos.
Para muchos lectores, quizás, este año ha sido el primero como papás, para otros -quizás- fue el momento para darle la bienvenida a ese también esperado segundo hijo. Otros, tal vez, aún siguen intentando con mucho esfuerzo convertirse en padres. Sea cual sea la situación de cada uno de ustedes: ¡sigan adelante! ¡Y que sus casas se llenen de paz y amor!
Nos reencontramos en 2012.
Cariños
Rosina Campomar
