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Marzo/2018

Mamá de contratapa

Desde hace un año ella es mamá de trillizos, una noticia que le llegó de sorpresa pero que venía pautada por una historia
familiar de embarazos múltiples. Conocemos a Jimena Amorín, directora del jardín de infantes Goody y mamá de 4.

¿Siempre quisiste ser mamá?
No sé si siempre quise, me asustaba un poco la idea pero fantaseaba con ser mamá, sobre todo desde que me casé.

¿Cómo te enteraste que ibas a ser madre?
Yo soy muy regular y a los 3 días de retraso, sospeché y me hice el test de embarazo. El primero me dio negativo, y después alguien me dijo que si es muy reciente puede pasar. Así que esperé una semana más y me hice otro que confirmó nuestras sospechas y con eso fui al médico.

¿Cómo se tomaron la llegada de trillizos?
Los trillizos vinieron en mi segundo embarazo. Mi primera hija tenía 3 años y decidimos, con dudas, sobre todo de mi marido, tener otro hijo. En mi primer embarazo pase bárbaro, fue ideal, siempre me sentí bien y con energía. En este segundo en seguida me sentí mal. Muchas náuseas y vómitos y después de las 17 estaba agotada y tenía que tirarme en una cama. Tengo tíos y hermanos mellizos y cuando le comenté a mi mama cómo me sentía me dijo que a ella le pasó lo mismo con los mellizos, así que ahí empecé a sospechar, pero me convencía pensando que no me podía pasar a mi también, ya les había tocado a mi abuela y a mi madre. En la primer ecografía, de ocho semanas, fui a descartar que no fueran dos y para nuestra sorpresa eran 3!!!! Fue un sentimiento muy extraño; de decir no y reírme a la vez. Pero después me entró una especie de paz o inconsciencia y me dije ¡qué bueno!, por algo me toca. Hay que aceptar lo que venga.

¿Cómo fueron tus embarazos?
Mi primer embarazo fue divino, me sentí siempre muy bien. Y el de los trilli, la verdad que fue especial porque los primeros tres meses vomitaba mucho y me sentía morir en la tarde. Y además tenía una hija de la cual ocuparme. Por suerte después del tercer mes me sentí mejor pero aparecieron otras cosas. Para empezar, desde el inicio mi ginecólogo y ecografistas no paraban de decirme que era de riesgo, que no podía moverme demasiado. Me suspendieron gimnasia, ni siquiera pilates o yoga, que en con el primer embarazo hice hasta el último día. Eso de vida normal que te dicen cuando es uno, acá no corría. Mi médico me dijo, olvídate de todo lo que te dije en el primero, esto es distinto. Me enteré del embarazo en mayo y en setiembre me obligó a dejar de trabajar. No me mando quietud en una cama pero me dijo movete con mucha cautela y que si me hacía la loca me mandaba quietud. Gracias a dios todo transcurrió mejor de lo que se esperaba hasta que a las 32 semanas rompí bolsa y ahí empezó otra historia.

¿Te cuidaste en la alimentación?
Soy de comer sano en general. Y comí así en el embarazo. Con éste me sentía tan mal al principio y lo único que me pedía el estómago era papa, pan y pasta, y así lo hice, porque sino vomitaba todo. Después comí normal.

¿Cuál fue el primer cambio que notaste?
La verdad, no me acuerdo. Sentía mucho sueño al principio y en el segundo embarazo la panza me saltó rapidísimo y era enorme.

¿Cómo fue la elección del nombre de tus hijo/s?
Los nombres no fueron fáciles de elegir. Con la primera quedaron 2 como finalistas. Mi marido quería uno y yo el otro y como no cedíamos, lo sorteamos. De todas maneras no nos disgustaba, porque a cada uno le gustaba el que había elegido el otro. Y con los trillizos cada uno eligió uno de varón dentro de los que nos gustaban a los dos y el de la nena demoramos en acordarlo un poco más, ¡pero lo logramos! Son Clara, la mayor, y los bebés se llaman Gerónimo, Manuel y Delfina.

¿Cómo eres como madre?
Como madre soy bastante exigente conmigo misma, rompe cocos y controladora. ¡De terror!

¿Qué ves en tus hijos de ti?
Es difícil definir claramente lo que veo de mí en ellos, más allá de rasgos físicos porque todavía son chicos. Recién cumplieron 1. Con Clara se ven más cosas y siempre jorobamos con mi marido, “en eso salió a vos, en tal cosa a mi”.

¿Qué actividades compartís con tus hij@s?
Muchas. Me gusta jugar con ellos, salir a pasear, bañarlos, darles de comer, hacerles cuentos y acostarlos a dormir. Estoy pendiente de lo que hacen y me gusta ocuparme de las cosas a mí. Con los trillizos no me quedó otra que ceder bastante ya que sin ayuda es muy difícil.

¿Cómo se compatibiliza la maternidad y el trabajo?
Somos 3 socias directoras de un jardín de Infantes y la verdad que con mi primer hija lo compatibilicé lo más bien. Después que la tuve empecé a trabajar menos horario porque cuando son chicos considero que necesitan tiempo con su madre. Tiempo y calidad. Con los trillizos el año pasado decidí no trabajar. Lo pude hacer económicamente por un lado y porque puedo contar con mis socias y amigas por el otro. Este año acabo de retomar, también sabiendo que lo voy hacer sólo en la mañana.

Fecha
02/03/2018
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