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Junio/2019

“EMPODERÉMONOS” ¡Hagamos posible la lactancia!

Todos los años, en agosto, se celebra la semana Mundial de la Lactancia Materna, más de 120 países reafirman su compromiso de proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna trabajando bajo una consigna. “EMPODERÉMONOS ¡Hagamos posible la lactancia materna!” es el lema de 2019.

Para poder empoderarnos debemos despojarnos de aquellos mitos, historias o vivencias que puedan ser un factor negativo para nuestra práctica de lactancia materna. Cuando una mujer decide que va amamantar a su bebé, mucho antes de que esta práctica se inicie, ya existen en ella y su pareja influencias, vivencias y miedos en relación a la lactancia, aunque éste sea su primer hijo.
Esta información, viene dada, en parte, por de las vivencias generacionales, los consejos populares e historias de mujeres cercanas, como hermanas y amigas, en torno a la lactancia. Todo esto nos marca y puede condicionar en nuestra propia experiencia
Para apoderarse del proceso de amamantar, los padres necesitarán información de calidad en relación actualizada y basada en las últimas evidencias científicas, las que deberán llegar a ellos en forma de herramientas que ayuden a comenzar esta nueva etapa de su vida.
Las clases de preparación para la maternidad deben nutrir y fortalecer a la familia, tanto para el parto, como también para las etapas posteriores al nacimiento, siendo imprescindible incluir al padre en temas como lactancia y cuidados del recién nacido. Su rol es uno de los factores determinantes para lograr una lactancia exitosa.
No podemos olvidar que es responsabilidad de todo el equipo de salud acompañar a la mujer durante la etapa del embarazo, parto y puerperio; y fundamentalmente en el proceso de comenzar y mantener la lactancia. Conocer los derechos que el acto de mamar denota, es fundamental para proteger y fortalecer nuestra maternidad y paternidad, logrando así, una lactancia exitosa y duradera.
Comenzando a desmitificar el proceso de amamantamiento, empezaremos a derrocar algunos de los mitos más populares:


1. ¿Una mujer tiene que beber agua o leche para producir leche?
La respuesta es ¡NO! Lo que es verdad es que las necesidades de agua de una mujer que esta amamantado aumentan para mantener el equilibrio osmótico. Es algo parecido a decir; que el cuerpo debe compensar la salida de líquido a través de la leche. Por lo que la mujer tomará más agua cuando está amamantando, pero no para aumentar la producción de leche.


2. ¿Hay madres que no producen suficiente leche?
La respuesta es nuevamente ¡NO! Para entender esto, es importante conocer algunos aspectos de la anatomía de la glándula mamaria y comprender como se produce la leche. Una vez que salió la placenta luego del nacimiento de un bebé, el cuerpo de la mujer experimenta un nuevo cambio hormonal que trae con él la producción de leche. Al recibir un estímulo mecánico en la mama, la succión del niño/a o un ordeñador, dispara en el cerebro la liberación de 2 hormonas: OCCITOCINA y PROLACTINA.
Esta última, producirá la leche en cada alveolo mamario y la primera se encargara de su salida hasta senos galactóforos. Los cuales se encuentran, si vemos la mama desde el exterior, sobre la areola, lugar donde se colecta la leche para ser extraída luego por la succión del lactante o mediante extracción.
Toda mujer que atravesó el proceso de nacimiento, fuese parto o cesárea, tendrá su maquinaria hormonal en EXCELENTES condiciones para comenzar a dar de mamar.


3.¿Hay mujeres que producen leche de mala calidad?
NO existe leche materna de MALA CALIDAD. Todas las mujeres tenemos una “receta base”. Algunas pueden tener por ejemplo, más concentración de grasas en su leche, pero la base la tenemos todas. Si la mujer tiene una buena dieta, el cuerpo utilizará los nutrientes para producir la leche.
En cambio, si esto no es así, el cuerpo sacara de las reservas maternas todos los nutrientes necesarios para formar la leche, aunque esto vaya en detrimento de la madre con un potencial impacto en su salud, la leche se formará igual y con una BUENA CALIDAD.


4. ¿Se debe de amamantar cada 3 horas y 15 minutos de cada mama?
En relación a la frecuencia y a la duración de las tomas, las últimas normas del Ministerio de Salud en relación a la lactancia materna (2017), establecen la recomendación de amamantar a DEMANDA. Los ritmos los pondrá el bebé, tomando como criterio que se lo deberá alimentar entre 8 a 12 veces por día. Para asegurarnos que se alimente de forma correcta y extraiga todo lo que necesita para su desarrollo y crecimiento adecuado, debemos dejarlo mamar todo el tiempo que él o ella necesite de una mama y luego ofrecerle la otra.
Los niños recién nacidos realizan varias pausas entre que succionan, degluten, y respiran cuando amamantan, si a los 15 minutos lo/la sacamos, puede ser que no haya podido extraer la cantidad de leche que necesita para satisfacerse.
Además la leche materna tiene la capacidad de cambiar sus componentes dentro de la misma mamada. Al comienzo de la succión la leche contiene más agua, calma la sed del niño surtiéndolo de inmunoglobulinas. Al final, se encuentra la mayor concentración de grasa de la leche, brindándole la saciedad y el aumento de peso.
Amamantar cada 3 horas y 15 minutos de cada mama, en los primeros momentos y experiencias del bebé, no nos asegura que este bien alimentado.


5. ¿El chupete y las tetinas interfieren en la lactancia?
Si, cuando su incorporación se da en los primeros días posteriores al nacimiento. Tanto el chupete como las tetinas no se succionan de la misma manera que el pecho, y nuestro bebé se puede “confundir” y no mamar de manera adecuada. La colocación de su boca, lengua y los músculos que debe utilizar para alimentarse de una mamadera o succionar un chupete son diferentes, por lo que su incorporación temprana puede interferir en el aprendizaje de la lactancia.
Estos son los motivos por lo que NO SE RECOMIENDA llevar chupetes ni tetinas en el bolso maternal.


En este camino de dar de mamar, los padres se encontrarán con profesionales que los seguirán guiando y asesorando en relación a la lactancia en las etapas posteriores al nacimiento.
Con apoyo y acompañamiento el proceso de empoderamiento será más sencillo, poco a poco los padres se irán familiarizando con la práctica de lactancia y comenzando a construir su propia historia.


Rocío Valiero
Obst. Partera
Diplomada en Lactancia Materna
Coordinadora Espacio Natal
espacionataluy@gmail.com

Fecha
02/06/2019
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